
El proyecto Rosario, ubicado en el corazón de San Isidro, es una obra de la firma de arquitectura Nomena que ha logrado conectar la esencia histórica y cultural del entorno con un diseño contemporáneo que responde a las necesidades de la vida moderna. A través de las voces de dos de sus principales arquitectos, Héctor Loly y Diego Franco, descubrimos los principios que guiaron el diseño y la ejecución de este proyecto residencial, que se ha destacado por su respeto hacia el barrio y su capacidad de ofrecer un hogar cómodo y elegante.
Un Diseño que Respeta su Entorno
El concepto arquitectónico de Rosario nace de una reflexión profunda sobre el contexto en el que se encuentra. «Es un proyecto que responde con líneas sobrias, con pocos elementos arquitectónicos, que respetan la huaca Huallamarca, un vestigio histórico de la zona», comenta Héctor Loly. Este enfoque busca que el edificio no sea protagonista, sino una pieza que se inserta de manera armónica en el entorno urbano y natural de San Isidro.
El terreno de Rosario, de gran tamaño y baja altura, ofreció una oportunidad única para crear un edificio que no solo estuviera alineado con la normativa vigente, sino también con las expectativas de sus futuros habitantes. «Buscamos que cada departamento tuviera una distribución óptima, con espacios bien iluminados y ventilados, aprovechando al máximo las vistas a la huaca», señala Loly.
Materialidad y Elegancia Atemporal
Uno de los aspectos fundamentales del diseño fue la elección de los materiales, que fueron seleccionados por su elegancia y durabilidad. «La idea era crear un proyecto que no dependiera de las modas, sino que tuviera una permanencia en el tiempo, como lo tiene la huaca», afirma Diego Franco, director de Nomena. La fachada del edificio utiliza ladrillo, un material que armoniza perfectamente con el entorno y la historia del lugar.
La Integración con la Vida Cotidiana
El proyecto no solo se pensó desde una perspectiva arquitectónica, sino también desde una experiencia sensorial y emocional para sus futuros habitantes. La distribución de los departamentos fue diseñada para maximizar la privacidad y la comodidad, con un acceso directo a cada unidad que minimiza las áreas comunes y maximiza la eficiencia en la circulación del edificio.
Además, un elemento clave del proyecto es el patio central, un espacio verde que aporta luz y ventilación a las áreas internas de los departamentos. «Este espacio central es un respiro dentro del edificio, proporcionando una sensación de amplitud y conexión con la naturaleza», explica Franco.
Un Proyecto con Propósito: Vivir Mejor
Rosario no es solo un edificio, sino una propuesta de calidad de vida. «Nuestro objetivo fue crear un proyecto que no solo fuera funcional, sino que mejorara la experiencia diaria de quienes lo habiten», asegura Loly. La integración de un lobby de doble altura y la relación entre el edificio y la calle contribuyen a esta experiencia, proporcionando una transición suave desde el entorno urbano hacia la privacidad y tranquilidad de los departamentos.
Aporte a la Arquitectura Contemporánea Limeña
Finalmente, Rosario se presenta como una propuesta de gran trascendencia para la arquitectura limeña contemporánea. A través de su diseño sobrio, elegante y funcional, el proyecto no solo respeta la historia y el entorno de San Isidro, sino que también marca un hito en la evolución de la arquitectura en Lima. «Rosario busca perdurar, como la huaca, y se integra en un contexto contemporáneo que aporta a la ciudad sin perder la tradición», concluye Diego Franco.
Rosario es, en definitiva, un proyecto que no solo responde a las demandas actuales, sino que se proyecta hacia el futuro, contribuyendo al desarrollo de un barrio emblemático de Lima y ofreciendo a sus habitantes un espacio único para vivir mejor.